A pesar de haber estado envueltas siempre por una aureola de misterio y leyenda, las Canarias ya eran conocidas en la antigüedad como "Las Afortunadas". Las descripciones solían ser exageradas y poco precisas. Algunos incluso tendían a asociarlas a los restos de la Atlántida.
No se sabe a ciencia cierta cuál es el origen del nombre de "El Hierro", la más occidental, pero podría deberse a una derivación del antiguo lenguaje que designaba a la isla con el nombre de "hero" o "Esero" o existen otras teorías que podrían buscar el origen en derivaciones de las costumbres de los marinos antiguos a la hora de designar con nombres opuestos distintos accidentes geográficos.
En el siglo II de nuestra era, Ptolomeo consideró como "Meridiano Cero" al que pasa por el extremo occidental de la isla o sea, por el "Fin del Mundo Antiguo". Así permanecieron las cosas hasta que a finales del siglo XIX fue desplazado por el que pasa por Greenwich.
Los primitivos pobladores de El Hierro eran los bimbapes o bimbaches, procedentes del cercano continente africano. Un pueblo pacífico que poseía una compleja estructura social, a pesar de no disponer de metales y vivir sin contacto con otras culturas de su entorno.
Habitaban en cuevas o en sencillas construcciones de piedra seca, en equilibrio con el medio insular, del que obtenían recursos suficientes para su subsistencia (agricultura, pastoreo, caza, pesca y recolección).
Los bimbapes nos han legado numerosos petroglifos, que pueden admirarse en diversos puntos de la isla y aún no han podido ser descifrados. Los más extensos y significativos son Los Letreros de El Julan, lugar en el que también se pueden contemplar los restos del antiguo lugar de reunión denominado "Tagoror". Se han descubierto también en este Parque Cultural, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica por sus innumerables manifestaciones rupestres, enterramientos en cuevas, hallándose cadáveres y ofrendas tales como utensilios domésticos, herramientas primitivas y algunos alimentos.
El origen de los Bimbaches, al igual que el de toda la primitiva población del Archipiélago, se sitúa en el Norte de África. La zona arqueológica de El Julan, ha sido propuesta por el Gobierno de Canarias para ser Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La Conquista
El Hierro fue tomado por Jean de Bethencourt a principios del siglo XV, en el marco de la conquista normanda del Archipiélago canario que sometió a las islas de Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro.
Los bimbaches ofrecieron escasa resistencia y pronto fue colonizada la isla con campesinos procedentes de Europa que no tardaron en mezclarse con la población original. Se instaura desde entonces un sistema señorial que prevaleció hasta el siglo XIX.
Parte de los habitantes de la isla se vieron forzados a emigrar a lo largo de la historia, debido a la limitación de tierras de cultivo y largas sequías. La mayor emigración reciente fue debida a la sequía de mediados del siglo XX. Muchos herreños emigraron a Tenerife o Gran Canaria. También partían barcos de vela desde El Hierro hasta América del Sur, de forma clandestina, hacia países como Cuba, Argentina y, mayoritariamente, Venezuela, donde aún existe una amplia colonia de herreños y descendientes.
En 1912 se crearon los ayuntamientos de Valverde y La Frontera. Con la creación de los Cabildos Insulares, la isla adquirió autogobierno. El 15 de septiembre de 2007 se constituyó oficialmente el Ayuntamiento de El Pinar.
Tras la Transición, la historia de El Hierro ha venido marcada por su lucha contra los obstáculos de la doble insularidad, su reivindicación de la mejora de sus servicios de transporte con el exterior y la consecución de importantes obras de infraestructuras como el hospital insular, la ampliación y mejora del Puerto de La Estaca y la construcción del túnel de Los Roquillos.
La isla también ha apostado por un modelo de desarrollo sostenible (aprobado oficialmente en 1997 por el Cabildo de El Hierro), lo que le llevó a rechazar en su momento proyectos como el Radar de Seguimiento Militar en Malpaso o la lanzadera de Satélites que el INTA proyectaba para la isla. Esta apuesta por un modelo sostenible le ha llevado a ser declarada en su totalidad por la UNESCO Reserva Mundial de La Biosfera (2000) y Geoparque Mundial (2015).